Laguna Tebenquiche
Desierto de Atacama, Chile
“Un lugar único en el mundo”
A estas alturas de viaje por Atacama, imaginar que la Laguna Tebenquiche iba a ser espectacular era algo obvio.
A pocos kilómetros De San Pedro de Tacama, y al Norte del Salar de Atacama se encuentra esta bella y única laguna, Tebenquiche. Un lugar que ha sido declarado Santuario de la Naturaleza, debido a que en ella conviven ecosistemas microbianos extremófilos, capaces de soportar condiciones ambientales extremas de alcalinidad, salinidad y acción ultravioleta.
historia y ciencia
El planeta Tierra primitivo era muy diferente al planeta azul que hoy conocemos. Hace 3800 millones de años, el planeta tenía una atmósfera sin oxígeno y sin capa de ozono, por lo que la radiación UV era muy dañina, con gran actividad volcánica, fuertes vientos y drásticos cambios de temperatura.
Bajo estas condiciones la vida era inviable. Fueron los organismos extremófilos los que hicieron de estas condiciones su hogar y permitieron preparar la atmósfera para otras formas de vida. Actualmente estas condiciones ambientales extremas se dan en el altiplano, como la baja presión de Oxígeno, alta UV, volcanes activos y ambientes desérticos. Estas características logran recrear aquellas condiciones extremas del planeta Tierra primitivo.
Por esta razón, el Salar de Atacama es de especial interés para el estudio de la astrobiologia.
Microbialitos, los fósiles más antiguos del planeta
Los microbialitos son verdaderas “rocas vivientes”, formadas por microorganismos extremofilos que precipitan minerales. Esto significa que son los fósiles más antiguos del planeta, que liberaron Oxígeno a la atmósfera hace 3800 millones de años, crearon una capa de ozono y transformaron el planeta para permitir que los organismos respiraran Oxígeno.
Actualmente quedan pocos ecosistemas de este tipo vivos, en la Bahía Tiburón en Australia, Cuatro Ciénagas en Mexico, ubicados a nivel del mar y en climas cálidos.
Estos microbialitos de Atacama son los únicos que se desarrollan en las condiciones más parecidas a la Tierra primitiva. Guardan información valiosa para entender los procesos ocurridos hace millones de años y permiten abrir un nuevo ámbito a la ciencia en diversas líneas de investigación. Por esta razón la puna de Atacama se ha convertido en un lugar emblemático.
Ecosistemas microbianos en Tebenquiche
En Tebenquiche se pueden encontrar 3 clases de ecosistemas microbianos extremófilos.
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Tapetes microbianos. Alfombras rosadas llenas de formas extrañas como cerebros, globos o serpientes. Estas estructuras se forman porque las comunidades microbianas que los desarrollan respiran y acumulan gases que elevan aumentando la superficie de exposición a la luz y al oxígeno. Las capas superiores reciclan el oxígeno aprovechando la luz de onda larga que llega a la superficie. Las comunidades inferiores reciclan el azufre, utilizando la luz de onda corta que penetra un poco más profundo.
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Domos de yeso. Presentan una figura redondeada formada por yeso. Si se cortan se pueden observar estratos de colores que corresponden a los microorganismos.
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Fitomicrobialitos. Plantas cubiertas de minerales y microorganismos que forman arrecifes de fitomicrobialitos. Presentan un color rosado.
protección del entorno
Al tratarse de ecosistemas extremófilos, son muy resistentes. Para sobrevivir necesitan luz y agua tan salina que impide la vida de otros seres vivos. Pero pueden verse afectados por la falta o cambio de las condiciones de salinidad del agua y el aporte de materia orgánica.
Para preservarlos hay que mantener el agua con las condiciones de salinidad adecuada y evitar arrojar basura o residuos cloacales. Tampoco se pueden pisar, sobre todo los tapetes que son muy blandos.
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No se debe tocar ni sumergir en el agua de estas lagunas. Son salinas, con un pH extremo (alto o bajo), y muchas de ellas tienen un alto contenido en arsénico.
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No se debe conducir 4x4 por salares húmedos ni por barros de colores. Se arruinaría un ecosistema frágil y único.
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No tirar basura ni desperdicios. El aporte de materia orgánica mata los ecosistemas que sobreviven solo bajo condiciones extremas.
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No recoger muestras. Estas estructuras están vivas, si se saca un pedacito se puede arruinar un ecosistema que tarda mucho en regenerarse.
visita a la laguna
Debido a que se trata de un lugar protegido y de alto valor medioambiental, es posible visitar por libre la laguna pero siempre siguiendo el camino habilitado para ello.
El recorrido, que dura aproximadamente media hora discurre cerca de la orilla de la laguna por lo que es posible observar desde bien cerca la belleza extrema de este lugar. El color azul del agua es tan intenso que a veces parece irreal, y contrasta de forma perfecta con el blanco de las costras de sal que se forman en las orillas de la laguna.
El precio de entrada a la Laguna Tebenquiche es de 2000 pesos por persona.
