En el mundo existen lugares especiales, y uno de ellos es Isla de Pascua. Una isla remota, cargada de magia, custodiada y representada por enormes moais.
Rapa Nui, como también se conoce a esta isla perteneciente a la Poinesia Chilena, cuenta con cientos de moais repartidos por toda su isla. Enormes esculturas monolíticas labradas en roca volcánica, y situadas sobre una plataforma o altar ceremonial, también conocida como ahu en idioma rapa nui.
Con un significado aún incierto, posiblemente estas estatuas fueron talladas por los habitantes polinesios de la isla, entre los siglos IX y XVI, como representaciones de antepasados difuntos, de manera que proyectaran su poder sobrenatural sobre sus descendientes.
No podemos negar que el principal atractivo de esta isla y el motivo por el cual llegan viajeros de todas partes del mundo son estas impactantes esculturas. Pero además de los moais existen otras actividades, como el trekking para disfrutar de esta isla de Polinesia.
Hablaremos sobre el trekking hasta Ana Kakenga, o la “cueva de las dos ventanas”. Ver desde el interior de un tubo de lava el furioso Océano Pacífico es algo indescriptible.
cuevas en la isla
Si se sumarán todas las cuevas de Rapa Nui, se podría llegar a superar los 10 km de longitud, algo increíble si se tiene en cuenta que la isla solo tiene 165 km2. Estas cifran convierten a Isla de Pascua en uno de los lugares con mayor espacio subterráneo de todo el mundo.
El origen de la formación de estas cuevas viene dado tras las constantes erupciones de los volcanes que rodean el lugar. La lava atravesó las rocas y formó estos tubos gigantes que a día de hoy son visita obligada en la isla.
Las cuevas no solo son formaciones naturales, son también parte importante de la cultura Rapa Nui. La historia y las leyendas de los antiguos nativos tiene una fuerte relación con estos tubos de piedra. También hay historias reales que confirman que las cuevas sirvieron como invernaderos naturales donde se cultivaron plantas, frutas ... como refugios ante enemigos y viviendas de diferentes tribus.
Además, estas cuevas fueron utilizadas en muchos casos como cementerios, donde se enterraban familiares o compañeros de tribus muertos en guerras.
Según su origen, formación y orientación, las cuevas de Rapa Nui se clasifican en diferentes tipos.
- Cuevas con aberturas (entradas) muy grandes, que no tuvieron mucha utilidad para los nativos, pero que simplemente son regalos de la naturaleza.
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Cuevas muy pequeñas, tanto en su entrada como en su interior, las cuales sirvieron como refugios temporales a los pescadores.
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Cuevas más grandes (tanto de espacio interior como de apertura), que sirvieron como vivienda para los primeros rapanui de la isla.
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Cuevas que sirvieron para cultivar diversos alimentos, debido a que el techo se desprendió y sirvió como forma de riego natural al llover.
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Cuevas que sirvieron como refugio durante las guerras internas entre las tribus de la isla. Estas tienen rocas en la entrada para dificultar la entrada del enemigo, y en algunas ocasiones también se utilizaron como cárceles.
Trekking hacia Ana Kakenga
Al noroeste, cerca de Aku Akivi, “los siete exploradores”, la isla cuenta con una zona perfecta para coger la mochila y adentrarse en las diversas cuevas subterráneas cargadas de historia de la cultura Rapa Nui, y con increíbles paisajes que nunca olvidarás.
Duración: 2 horas ida y vuelta
Distancia: 9 km ida y vuelta
Dificultad: Fácil
datos de ruta
Precaución extrema con el sol, por el nivel de radiación UV en la isla y la falta de sombra en toda la ruta (excepto dentro de las cuevas).
Importante llevar frontal para entrar en las cuevas.
El agua siempre es importante para hidratarse continuamente.
a tener en cuenta
Los Siete Exploradores, Rapa Nui
Justo antes de llegar a Aku Akivi, se puede dejar estacionado el coche y comenzar la ruta.
A unos veinte minutos de empezar se encuentra Ana Te Pahu, se trata de la cueva más grande de la isla, hay restos arqueológicos y un increíble y gigante tragaluz, con árboles que crecen en su interior y que salen por agujeros en el techo. También se la conoce con el nombre de Cueva de los Plátanos, por la vegetación adaptada a su entorno húmedo.
Las cuevas de este tipo eran utilizadas en la antigüedad como reservas de agua, ya que la lluvia se filtra a través del suelo y se acumula en el piso, sobre todo en épocas lluviosas. Gracias a la humedad interior y la protección del viento, crecen plantas de gran importancia alimenticia y productiva, como el maika (plátano), mahute ...
Cueva Ana Te Pahu, Rapa Nui
La ruta continua entre prados verdes, con apenas desnivel y un gran contraste con el cielo azul intenso que caracteriza la isla. Ahu Tepeu es el siguiente punto destacado de la ruta, siendo uno de los complejos ceremoniales más destacados de la costa Oeste, por el fino trabajo de albañilería, similar a la de Vinapu. Una importante aldea aristocrática compuesta por manavai (invernaderos circulares de piedra), hare moa (gallineros), hare vaka (casas-bote) ...
Islote Motu Tautara, que también se puede ver desde el interior de Ana Kakenga
Si se continúa la ruta, una suave pero constante bajada lleva hasta Ana Te Pora, un tubo de lava caracterizado por una bóveda espaciosa de superficie muy lisa, que en tiempos antiguos sirvió como refugio y espacio ceremonial. La entrada original, como en muchos otros casos, fue modificada y reforzada con grandes piedras labradas, para mejorar la seguridad del interior. Los túneles interiores de esta cueva sirvieron de escondite en tiempos de guerra, numerosas leyendas aluden a épocas turbulentas en las que se hacía uso de estas cavernas.
Muy cerca de esta, a menos de un kilómetro, se encuentra la joya de las cuevas, Ana Kakenga, una caverna que en realidad es un tubo de lava de unos 50 metros de longitud, que en tiempos prehistóricos sirvió de lugar de refugio. Un acceso estrecho, muy estrecho, para controlar quienes entraban y salían. Actualmente se puede acceder pero con muchas precauciones pues no deja de ser un lugar en el que pueden producirse derrumbes.
Totalmente a oscuras y prácticamente agachado se recorrerán los primeros metros de esta cueva, que en su extremo se divide en dos aberturas que miran hacia el mar y hacia el islote Motu Tautara. Un lugar simplemente maravilloso, y que sin ninguna duda es digno de ver.
Tubo de lava de Ana Kakenga, al fondo el Islote Motu Tautara
Importante llevar frontal o linterna para poder recorrer estas cuevas, y siempre se debe hacer con mucha precaución.